Me preguntaron de nuevo por qué leo... y hoy es esto
La lectura
Los modos de comprender
Vengo leyendo.
Vengo leyendo en orden algunos libros que me dictaron los
amigos de mi conciencia, tres de caminos políticos, cinco de caminos poéticos,
dos de teorías de gestión cultural y literatura.
Toda lectura queda atravesada por la vida en comunidad, los aspectos laborales
y sociales. Y entonces releo lo leído.
Toda escritura queda fragmentada e interrumpida por/en las
redes sociales. Enunciados de ejes
nuevos para pensar, suplantación o reemplazo de temas de interés,
multiplicación de discusiones.
Abordar la escritura desde los apuntes tomados en el
celular. (no reconocer mi letra y sí , mi modo de escribir.) Pasa algo con la
escritura que hasta ahora solo lo había relacionado con la fotografía. Esa
sensación de los fotógrafos de que ahora todos lo somos. Aunque no sé si luego
lo que se escribe en el celular se relee.
Se escribe como registro de cada cuestión un mensaje a otro,
buscando/creando testigos. Pensaba en la imagen de un periodista con su libreta
de apuntes en cada lugar que transitaba. Ahora todos parecen tomar apuntes.
Pero sospecho que se pierde el sentido del apunte. Un apunte se retoma luego,
se completa, se enriquece, se re-escribe.
Los caminos de la re-escritura que es lo mismo que la
elaboración de un pensamiento o el brote de un conocimiento, me llevan a la
experiencia de hoy.(experiencia que funda el día, aunque todavía no me levanté
y no amanece)
Vengo leyendo (y me
gusta la imagen de una lectura móvil) libros que van en sintonía unos con otros
y mi sensación física es incómoda y los contenidos me fueron dando tristeza- menos mal que en uno de los libros habitaba Sarita que me dejó respirar). Es
necesario un recreo.
Hoy para dormirme mejor antes de levantarme, abro Vendiendo
Inglaterra por una libra, un libro sobre
rock progresivo británico. Es un libro que compré en la feria en un stand en el que el vendedor era un
librero apasionado y vio que cada día le compré
libros y que cada día tomaba éste
y lo ojeaba, y lo llevaba en la pilita de comprables y cuando hacía las cuentas
quedaba en la mesa de nuevo. Y el último día, cuando vio que elegía entre este
y el libro sobre Expreso Imaginario hizo
un cálculo de descuentos y me lo regaló. Buen augurio lector.
Abro el libro dispuesta a
poblarme por los sonidos de los sintetizadores de Emerson Lake and
Palmer y leo Cruz sostiene que con el
pasado no solo hay que medirse, sino atreverse. La historia debe sobresaltar. Y
cuando no lo hace “tenemos sobrados
motivos para temer que lo que está produciendo no es conocimiento, sino un
vacío reconocimiento en el que mirarse en el pasado apenas cumple otra función
que la de ratificar lo que traíamos sabido de antemano”. (Esto me está
gustando. No escucho a ELP en este renglón pero a este Cruz lo voy a seguir de
cerca aunque en esta página es una cita). Sigo leyendo y tres o cuatro páginas
adelante, luego de buscar algunas palabras en el diccionario en inglés y otras
en castellano, leo que el tema de Génesis fue mal traducido y que el título no
sería Vendiendo a Inglaterra por una libra sino Vendiendo a Inglaterra por su
peso… por lo que pesa…y yo creo que ellos deben haber jugado con eso y que no fue un error etc etc …
Pero lo interesantísimo es que a continuación viene un
fragmento de un discurso del líder
laborista, Harold Wilson que en 1967 era primer ministro, cuando informa la
devaluación de la libra en un 14%. “esto no significa, por cierto, que aquí en
Gran Bretaña la libra en vuestro bolsillo, como poder de compra o en el banco haya sido devaluada. Lo que
significa es que ahora nos será posible vender más… .” y sigue la cita. Yo releo parte del prólogo que dice
“asistimos ahora en el mercado de las emociones a un más de lo mismo disfrazado
de novedad.” Y vuelvo a la página del discurso y Cruz queda flotando sobre todo
para que la lectura construya y no me engolosine por ratificar lo que traía
sabido de antemano. Voy solamente por el
prefacio y ya estoy reconstruyendo las
lecturas de los libros de los últimos diez días.
Todavía no sé si es un libro bueno o malo y creo que eso no
me preocupa, por lo menos no en primer lugar.
Veo que trae una mirada social sobre la música y al mismo
tiempo un análisis muy técnico de lo producido que no me resulta familiar.
Muchas veces leo libros sobre temas en los que soy intrusa o
extranjera pero leo en confianza y más que nada, CON NECESIDAD. Y a medida que
leo voy encontrando formatos , modalidades o hechos que puedo asociar con mis
campos más conocidos desde la teoría o desde la experiencia y ahí SUCEDE.
Aprendo cuestiones nuevas, capas descubiertas.
Pensamiento que surge en esa intemperie. Pensar desde
afuera.
El recreo resignifica.
majó abeijón
en octubre lustroso
en octubre lustroso
Vendiendo a Inglaterra por una libra, Norberto Cambiasso,
Gourmet Musical Ediciones.
Sarita y ese tipo. Rafael Urretabizkaya
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