Rada Tilly
PIEDRAS EN EL CAMINO
Una poética urbana en proceso
Por Majó Abeijón para El Tillyngo
Relación con lo efímero
¿Qué decía el primer graffiti de la villa? ¿Reyna te amo o Feliz cumpleaños Reyna? Estaba escrito en el paredón del Circulo de suboficiales justito de frente a la bajada? ¿Fue en el 88, en el 90, en el 91?
Esto me pasa por tardar años en escribir las notas que me interesan, por anotar en papelitos sueltos los datos más concretos y por usar tres o cuatro libretas y cuadernos en forma simultánea para los mismos temas.
Claro que todo tiene sus ventajas, la atención dispersa mantiene en buen estado los sentidos de la oportunidad y de los pálpitos, la capacidad de entrar en contacto rápidamente aunque el gesto haya sido casi imperceptible y de percibir lo efímero en su plenitud e integridad. Y qué más efímero que un graffiti.
Reyna sabe pero no le puedo preguntar porque me va a pedir que ni se me ocurra escribir sobre eso. En esta profesión más vale pedir perdón que pedir permiso.
Hubo otro graffiti, el mejor, sobre un paredón cerca del edificio.
Decía - en síntesis sublime - “Vuelvo en la próxima marea”.
Yo me animaría a incluir en este listado, las imágenes de las palmeras de tronco de cemento y hojas de lata (las llamaré científicamente las Kohli Faber*) que supimos conseguir en la década del 70, algunos hasta pudieron fotografiarlas en playa nevada. Una intervención en el paisaje, sí, una intervención por cierto grotesca pero que tenía material de sueño.
La calidad de la poética urbana en Rada Tilly ha ido variando, si bien entre aquel “Vuelvo en la próxima marea” hasta los “CarlitaCamiAgosGENIAS” y etcéteras que se posan en el muro costero hay un desnivel agudo, el hecho estético es efímero y cambiante y nos permite disfrutar de algo notable: el arte es el proceso.
Un texto modifica al anterior, dialoga con la cuadra que sigue, cuentan la historia de los vínculos. Con síntesis y sin vueltas.
Las coronas reales poblaron algunas esquinas de aerosol elaborado, los tipograffiteros se asoman en el horizonte, el street art sería vanguardia y sin embargo son los petroglifos, marcas antropológicas de escritura sobre piedra los que parieron la novedad.
Piedras en el camino propiamente dichas
Esta poética de territorio, con elementos colectivos sostenidos en el tiempo por distintos actores es una punta estética superadora del “Juanito estuvo aquí”. Veamos por qué.
Un párrafo a parte en este papel –o cerrito- han escrito muchos con las piedras del camino.
Sobre esta lomita me detengo y , tratando de ver desde acá, les voy a contar.
Desmitificando de un hondazo mi objeto de estudio- poéticas urbanas- la realidad dice que hace unos tres períodos institucionales (serán unos doce años aprox), un partido político escribió su consigna con piedras pintadas de blanco sobre el Cerro Chenque. PACH se leía de lejos.
Y el PACH de Rada Tilly entonces escribió con piedras blancas pintadas a la cal “Vote PACH” sobre esta lomita cuando comienza la bajada de Rada Tilly. (Ignoraremos ahora al camino costero, la bajada de Rada Tilly es esa que hace muuuuchos años tenía un arco de metal -casi “decó”- que nos daba la bienvenida.)
El PACH no ganó pero las piedras (tataranietas de los petroglifos cruzados con la ostrea máxima patagoniense) quedaron, blanquitas en el cerro.
Pasadas las elecciones nos enteramos que Facu amó a Sole, (FACU X SOLE) por lo menos quince días. Que Facu después odió a Sole y amó a Vane.
Escribir con las piedras resulta práctico porque no queda borrosa ninguna huella, pero hay una cierta cantidad de ellas y requiere ingenio y síntesis plasmar un mensaje inteligible.
¿Cómo funciona la cosa?
El cerrito en el que escribimos queda a la derecha cuando vamos saliendo de Rada Tilly.
Quienes escriben tienen una garantía tácita de que sus escritos quedarán unos quince días intactos, la práctica así lo demuestra.
Quien escribe utiliza las mismas piedras que usó su antecesor y las que usará el que siga.
Las piedras son más grandes que una zapatilla número cuarenta y pesan algo más que tres kilos. Tal vez esto haga que florezca la síntesis. O ¿será la maldición secreta que le ocurrió a otro candidato allá por 2003? Cuenta la leyenda que, cuando quiso escribir algo más largo, por ejemplo, Fulanito Intendente, agregó prolijas maderas pintadas de blanco para que “intendente” se viera más y al día siguiente decía Fulanito PUTO, con piedras irreverentes y sin ninguna maderita intrusa. El cerro no cede ante las campañas, Fulanito también perdió la elección. Es el único registro que tengo de una modificación súbita del mensaje. La excepción que confirma la regla. (Fulanito insistirá con canciones y otras estrategias.)
El relevamiento
A falta de cámara primero y también de cámara digital después, el relevamiento comenzó anotando a mano las palabras que leía.
Nombres de amigas inseparables y de amores , tal como sucede con los graffities de la costanera, pero algunas particularidades bellas:
Saludos de cumpleaños que reemplazan al más caro pasacalle (AMY 15), palabras como OREJA o FETO o FIN , se suceden entre flechas, cruces, corazones, mensajes de la tribu como Tu vieja en Poni y marcas de pertenencia como 1º2ºNaturales.
También la ladera es el espacio para alentar a tu equipo, durante el Seven de rugby playero se leyó CRC y en el de hockey, Chenque.
Un día alguien escribió DA! , lo asocié con que ese día Alemania quedó afuera de su mundial de fútbol.
También hubo un diálogo deportivo imperdible: era el fin de semana del TC 2006. El viernes en las piedras se veía claramente el logo de Chevrolet, el sábado lo habían cambiado y decía I love FORD ( I-corazón –FORD). El domingo fue la carrera y ganó CHEVROLET. El lunes en las piedras decía: QUé TE PASò?
Sin ser fanática del TC, voto porque esto quede registrado como parte de la maravilla patrimonial cultural radatilense.
Acá está el huevo y no lo pises…
…Decía un compañero del colegio poniendo voz de campesino y cantaba truco.
Acá quería llegar querido lector.
Resulta que el cerrito y las piedras están siendo amenazadas por el ensanchamiento del camino.
Esta poética urbana que nos muestra humanos y sociables, esta “falla del sistema” que nos deja salir sentimientos primarios y ponerlos de manifiesto está muy cerquita de la retroexcavadora.
Y yo no quiero que desaparezca.
Ezequiel
Cámara en mano, pensando en una posible y futura Instalación, registré varios días de trabajo en la zona, furiosa a muerte con las máquinas. Hasta que el señor Ezequiel, maquinista, me saludó desde arriba en la décima pasada, paró y vino a darme la mano.
Nos presentamos formalmente, posó para la foto. Le conté lo que pasaba, le conté lo que son para mí esas palabras, le conté cómo funcionan. Le conté que nadie se roba las piedras, que las palabras quedan una semanita… y él me dijo: si la gente las respeta es que es importante.
Ese día la máquina pasó cerca pero en realidad el camino hacía un dibujo como subrayando el texto.
Lo importante se hace ver. Como un valor, se irradia, no se inculca.
Piedras en el camino
Ay! Me gustaría saber qué dirían Saussure o Derrida, desde la semiótica o Illya Prigogine desde su mirada sobre la producción del conocimiento que postula en relación con y por los otros y ya no intraindividual. Pero no tenemos la suerte de los vecinos de Zizek, cuando eligió radicarse en Argentina. No nos los vamos a encontrar en el supermercado. Quedan los libros para re pensar.
Desde mi dimensión vacilante del lenguaje-al decir de Kovadlof sobre la poesía- aportar una mirada de extrañeza al contexto cotidiano: Piedras sobre el paisaje. (Siempre pensé que los elementos básicos para llevarme a una isla desierta serían un papel y un lápiz)
Escribir lentamente / En contraposición a lo establecido, cada letra demanda la acción de todo el cuerpo que arrastra las piedras y de la mente, buscando proporciones. Es una escritura lenta de aire puro.
Palabras en otra dimensión (Son grandes y se pueden tocar, no son gritos) Puedo decir que este sistema de comunicación no nació de ningún decreto, que nació libre de normas contravencionales y que, como todo hecho poético, es frágil y es casi imperceptible, como la respiración, como el arrullo del alma y también, que como todo hecho poético abre puertas y fortalece.
Puedo decir que este sistema de comunicación muestra una actitud social respetuosa del espacio común y de la expresión individual y es, algo rarísimo en estos años, ¡una producción colectiva!
Y, sin embargo, las palabras no necesitan de mi defensa. Fecundarán por ahí.
Placer de piedra sobre arcilla a cielo abierto.
*Kohli: el intendente que mandó a construir y a colocar las palmeras en la playa
Majó/ En Rada Tilly.
Ezequiel