martes, 17 de enero de 2012



Postales de Rada II

La vida prevalece

La vida prevalece, eso me lo enseñó mi amiga Laura que es bióloga, y yo le creo sin el mínimo esfuerzo científico, le creo porque me lo dice ella.

Prevalece contra todo pronóstico.
Prevalece aunque no eluda la catástrofe.

Describir por la negativa no está bien visto.

Quiero hablar de la rayuela y del empecinamiento de llegar al cielo haciendo piruetas.


Como si no se pudiera llegar caminando con los dos pies como la gente. Se podrá?

Hace casi veinte años dos nenas de 4 y 5 años fueron a pedirle al secretario de obras públicas- que era el ing. Echeverrito- una plaza para su barrio. La plaza se hizo tiempo después.

Otro día los ceramistas fabricaron una hermosa rayuela y , en una ceremonia, la pegaron en una de las veredas de la plaza- no sé si hubo ceremonia, me gustaría que haya habido- conjugo tiempos complejos ya sé- también los vivo.

De paso para el jardín , o para la escuela, o para la panadería o para la librería, los chicos que pasaban por la Plaza jugaban a la rayuela. Esa rayuela no tenía cielo ni tierra explícitos, ni falta que le hacían, tenía chicos de pies en tierra y chicos tocando el cielo..

Un día desapareció el dos, otro día desapareció parte  del cinco, un mes después solamente quedaba completo el ocho hasta que la totalidad, la TOTALIDAD, de la rayuela quedó picadita en pedazos de un cm  desparramada por la vereda. Alguien, algunos la destruyeron con método y herramientas. Opacos y cobardes.


Desde entonces paso por la plaza sin rayuela camino a mi trabajo y se siente áspero el cemento en la mirada.

Pero HOY descubrí el gesto vital que me enseñó Laura:
Y saqué las fotos que lo prueban!! ¡Acá están!
Lo que fue, será.
 
La sombra no deja a nadie a la intemperie.



                                                                                             Majó Abeijón/ enero 2012